viernes, 29 de junio de 2007

Silencio ...

Shhhhhhh…… ¿Cuántas veces hemos escuchado este sonido? ¿Cuántas veces hemos mandado o nos han mandado a callar? ¿Cuántas veces ha dicho el juez “Silencio en la sala”?¿Cuántas veces hemos llevado nuestro dedo índice a los labios para expresar el silencio sin pronunciar la palabra? Muchas ¿verdad?, pero, ¿sabemos realmente lo que es?.Actualmente vivimos en una sociedad que el silencio es lo menos que se escucha. Nada mas empezar la mañana, el poco silencio que había en la habitación lo interrumpe un aparatejo que han inventado para que no nos quedemos dormidos (aunque a veces no lo consigue jejeje). Seguidamente salimos a la calle y el ruido es ensordecedor y al llegar a la oficina o al lugar de trabajo ni te cuento. Excepto aquel que tenga la suerte de trabajar en una biblioteca. En conclusión, que la palabra silencio no sé para que la inventaron si al fin y al cabo apenas hay silencio en nuestras vidas. Pero, ¿has intentado alguna vez estar en silencio? ¿Te has dado cuenta de la tranquilidad que se respira? ¿Has podido comprobar todas las ideas que se te puede pasar por la cabeza con solo un poquito de silencio? Si aún no sabe lo que es yo te invito a que lo intentes y comprobaras que la palabra silencio si tiene sentido.
Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio no lo digas ...

3 comentarios:

Mercedes dijo...

Me ha gustado mucho tu artículo sobre el silencio. La verdad es que para mí el silencio ha sido durante toda mi vida una tortura más que una bendición. Soy más una persona de largos silencios que de grandes palabras y siempre he sentido como un reto la necesidad de romper con el silencio. Pero de todas formas, la paz del silencio es algo que se agradece en muchos momentos de tu vida. Un beso y sigue escribiendo así de hermoso

Anónimo dijo...

Ahora el silencio es hasta una marca, asi que; un poquito de fujitsu po´favor.

Mercedes dijo...

Parece que has tomado este post muy en serio y llevamos tiempo sin escuchar tu linda voz por aquí. El silencio es de agradecer pero siempre hay un límite para ello. Regálanos de tus palabras maravillosas y ellas harán un complemento ideal a esos momentos íntimos de silencio. Un beso