Un día Pablo se levanto haciendo una pregunta muy sencilla a su madre; "Mamá, ¿qué son los colores?". María se quedó mirando a su hijo pensativamente. Ella sabía perfectamente que eran los colores pero no encontraba las palabras exactas para que su hijo lo entendiera. Porque el color rojo es el color rojo no hay más explicación. María le dijo que esta tarde se lo explicaría todo mas tranquilamente, que se terminara su desayuno y se fuera para el cole.María siguió pensando en la pregunta de su hijo. Sabía que le tenía que dar una respuesta. Pero ella desde hacía mucho tiempo su vida solo tenía un color. El color del maltrato, del rechazo, del odio ... Pablo debía saber que eran los colores y busco la manera de encontrar respuesta a su pregunta. Para ello se fue a dar un largo paseo. A cada paso que daba María se daba cuenta que el mundo estaba lleno de colores. Pudo contemplar el verde de los campos justo después de las últimas lluvias del otoño. Comprobó que las amapolas eran de un color rojo intenso. Los ruiseñores que cantaban alegremente encima de los árboles eran de un negro azabache. El sol brillaba,en lo alto de un cielo azul, más amarillo que nunca. Y junto a él jugaban unas nubecillas más blancas que el algodón. En ese preciso momento María comprobaba que el mundo tenía color, que su mundo tenía color. Se había pasado mucho tiempo encerrada sin contemplar las maravillas de la tierra, y sin poder dar respuesta a las preguntas de su hijo que empezaba a conocer el mundo.El mundo es maravilloso y tenemos que conocerlo. Cuando estemos decaídos solo tenemos que mirar a nuestro alrededor y seguro que encontraremos un color que nos llene de alegría. Pues todos los colores por muy oscuro que sean, seguro que hay algo en este mundo de ese color que sea maravilloso.Por la tarde María llevo de paseo a su hijo. Pablo ya conoce todos los colores
Vive la vida de mil colores ...
3 comentarios:
Hola, tú no me conoces soy la amiga de Mercy, Inma, estoy compartiendo piso con ella hasta julio. Me gusta mucho tu blog. En especial esta historia y su enfoque de optimismo. Como adultos hemos dejado de asombrarnos por las cosas que creemos conocer..pero todavía hay mucho que aprender y no podemos dejar de sorprendernos e ilusionarnos por todo lo que nos rodea.
Hola Inma, gracias por tu comentario. Me alegra que mi blog esta teniendo exito y mis historia os estan gustando. Yo también me he dado una vueltecita por tu blog y esta muy interesente.
Espero que sigas leyendo mis cosas por contar, que espero tener muchas. Besitos
Chiqui, me ha encantado esta historia. Es muy dulce y al mismo tiempo muy real. Eres muy imaginativa y me alegra que compartes estas cositas con el resto. Un besazo
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