
En España tenemos muchas tradiciones o costumbres de las más variopintas, y sobre todo en el sur donde yo resido. Empezando por las tradiciones navideñas y seguidas de las de Semana Santa, llegamos al veranito donde las tradiciones son muchas. Llegó la hora de comer caracoles. Unmmmmm…, que ricos, con ese caldito bien picantito y al ladito una buena cervecita bien fría. Para muchas personas eso resulta algo repugnante, comerse un bicho que se ha pasado toda su corta vida arrastrándose entre las hierbas del campo y soltando una baba que por lo visto ahora es buena para rejuvenecer la piel. Las calles se llenan de gente en las terrazas de los bares, y en todos ponen un cartel bien grande “Hay Caracoles”. Se que muchas personas de aquí, que ahora no se encuentran en su tierra por esta época, los echa mucho de menos. Así que los que podamos a degustar esta exquisita tapa pues todo lo bueno se acaba y solo tendremos hasta San Juan para poder disfrutar de estos pequeños seres que dan tanto placer a nuestro paladar.
Caracol Caracol saca los cuernos al sol …….
2 comentarios:
ole, ole los caracoles.
jajajajajaj
Qué ganas de comerme una tacita, Chiqui!!! Llevo casi tres años sin catarlos y con lo que me gustan a mí. Aprovecharos y comeos los caracoles que yo no podré. Un beso
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